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Foto de 120 Aniversario BNCJM- Tesoros. De bene disponenda biblioteca: un tratado de Bibliotecología del Siglo XVII.

120 Aniversario BNCJM- Tesoros. De bene disponenda biblioteca: un tratado de Bibliotecología del Siglo XVII.

6/6/2021
Por: Olga Vega García, Biblioteca Nacional José Martí

Este tesoro constituye  un tratado de la especialidad prácticamente desconocido por los bibliotecarios cubanos y en él se  aborda un método para clasificar los libros de una biblioteca particular que data de la decimoséptima centuria. 

Un bibliófilo español llamado Francisco de Araoz legó para la posteridad este librillo en pequeño formato producido en un período en que la Bibliotecología se hallaba en fase de formación y solamente se destacaban en Europa muy pocas figuras que trascendieron en el tiempo como los precursores de la actividad bibliotecaria. Se trata de un manual de clasificación bibliográfica sobre el cual muy poca información aparece en impresos o en soporte electrónico. 

Araoz creó un método propio para ordenar su biblioteca y deseó darlo a conocer a otros coleccionistas o bibliotecarios, pero todo parece indicar que no contó con seguidores interesados en su inmediata aplicación, relegándose al olvido.

Sobre él, el erudito español Agustín Millares Carlo, en una nota al pie de las páginas 264-265 de su célebre Historia del Libro y de las bibliotecas, expresa en pocas palabras: “Recordemos, a título de curiosidad, que uno de los más antiguos bibliólogos españoles –don Francisco de Araoz– echó en la primera mitad del siglo XVII las bases de una clasificación bibliográfica científica en su precioso tratadito De bene disponenda biblioteca…”

ARAOZ, FRANCISCO DE, 1583-1658. De bene disponenda bibliotheca ad meliorem cognitionem loci & materiae, qualitatisque librorum, litteratis perutile opusculum/ auctore D. Francisco de Araoz... -- Matriti: ex officina Fra[n]cisci Martinez, 1631. -- [24], 57, [11] h.,: il. ; 15 cm.

Se trata de una edición príncipe de una obra al parecer muy escasa en el mercado internacional del libro. Su idioma, como puede observarse, era el latín, muy empleado todavía para las obras de carácter erudito, y que presentaba la ventaja de ser comprendido por estudiosos de todo el mundo por su carácter internacional.

Posee un frontispicio con grabado calcografiado arquitectónico firmado por "I. de Courbes ", que puede observarse al comienzo del artículo. En él tres figuras femeninas representan la Prudencia, la Sapiencia y la Templanza. Jean de Courbes (1592?-1641?) fue un grabador francés establecido en Madrid al cual se deben portadas ornadas que embellecieron en gran medida obras tipográficas producidas en el siglo XVII.

Presenta viñetas, orlas y letras capitales; además, las hojas están fileteadas, lo que da al impreso un aspecto original, muy diferente a los  grandes bloques de texto uniforme a los que estaban acostumbrados los lectores de entonces. Los editores van distribuyendo las líneas y entremezclándolas con otras ornamentaciones, siguiendo un diseño propio que hace agradable la lectura de las páginas.

Obsérvense las glosas o notas marginales, tan frecuentes en los volúmenes de siglos anteriores, que solían brindar explicaciones adicionales al lector. Mantiene el uso del reclamo, que como se ha explicado en otros números de “Tesoros”, consistía en ubicar al pie de una página una palabra o parte de ella, que se repetía en la siguiente facilitando la encuadernación de un libro no paginado.

Su portada y colofón presentan la fecha de publicación en un tipo de números romanos que ejemplifican uno de los problemas que se presentan a los catalogadores del libro antiguo, al emplearse ese tipo de numeración de una forma diferente a la explicada en los libros modernos en los que se hace referencia a ellos. 

O sea, siguiendo la notación romana más conocida, un impreso de 1631 se transcribiría como MDCXXXI, sin embargo aquí se plasma de una manera muy confusa para el actual lector. Esto conlleva un estudio más profundo de ambos sistemas de numeración  para el bibliotecario que ha de llevar fechas de libros del período de la imprenta manual del romano al arábigo. Otro elemento interesante que puede observarse es la utilización de la llamada s larga, que más parece una f en el nombre “Francif[s]ci”.

Un hecho que no ha podido verificarse, pero que es muy probable, es su pertenencia a la biblioteca personal de la bibliotecóloga cubana Berta Becerra de León, vicepresidenta de la Asociación Cubana de Bibliotecarios a finales de década de los 40 del pasado siglo. El cuño con las dos B en un manual de bibliología lo sugiere y según  nota manuscrita del profesor cubano ya fallecido Israel Echevarría,  formó parte de la biblioteca de dicha profesora.

Tiene también adherido un pequeño sello de la Librería Portier, de Barcelona.

Conserva la encuadernación monástica original, algo deteriorada, o sea, una cubierta en pergamino suave, que protege las páginas que conforman el volumen. Su papel se encuentra en buen estado de conservación, con algunas hojas sueltas, aunque según se ha comprobado no presenta faltantes.

Se conoce que se ha hecho de él una edición crítica facsimilar en dos volúmenes, realizada en 1992, basada en el ejemplar conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid, que consta de una presentación de Isabel Fonseca Ruiz, y una traducción de Lorenzo Ruiz Hidalgo. Es sabido también que se publicó en el año 1997 en Sevilla, en la Universidad de dicha ciudad española, una obra de José Solís de los Santos titulada El ingenioso bibliólogo Don Francisco de Araoz (De bene disponenda bibliotheca, Matriti, 1631) con notas bibliográficas de Klaus Wagner.

Según Antonio Palau y Dulcet es una “obra rara y estimada”, en la cual la presencia femenina aparece plasmada en un frontispicio que constituye una verdadera delicia. Una vez más se pone de manifiesto que en la iconografía de los libros antiguos, tanto en portadas ornadas, en letras capitales, en viñetas y grabados de menor o mayor tamaño, rara vez están ausentes las mujeres, salvo en el caso de obras de temas muy específicos, y aún así con frecuencia adornan sus páginas aunque no guarden relación con las materias tratadas en ellas. 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

De bene disponenda bibliotheca [en línea]  http://www.mimolibros.com/ficha.php?referencia=16206

[Consulta 8  mar.2011]

El ingenioso bibliólogo Don Francisco de Araoz [en línea]

http://www.adabiac.org/investigacion_libro_ant/resenias/paginas/articulo_id_638.htm

[Consulta 23 feb. 2011]

Millares Carlos, Agustín.  Introducción a la historia del libro y de las bibliotecas. -- México: Fondo de Cultura Económica, 1981. – p.264-265.

Palau y Dulcet, Antonio. Manual del librero hispanoamericano. 2. ed. corregida, y aumentada por el autor. Barcelona: Librería Palau, 1948. – t.1, p. 430. No. 15056.

Vega García, Olga. De bene disponenda biblioteca: un tratado de Bibliotecología en pequeño formato. Librínsula. No. 284 12 marzo de 2011. http://librinsula.bnjm.cu/secciones/284_tesoros_1.html [Consulta 14 mar. 2011] 

Nota: El artículo se apoya fundamentalmente en apuntes manuscritos redactados por la autora para el posgrado Historia del Libro y de las Bibliotecas, que integra el Diplomado de Bibliotecología que se imparte en la BNCJM, y otros cursos similares. 



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