Programa Nacional por la Lectura. Reseña “Siembra un beso”

1/3/2021
Por: Ana Laura Escalona Díaz , Biblioteca Nacional José Martí

La expresión de los afectos es una habilidad que forma parte de la educación emocional. Si bien se aprende a leer, sumar y escribir, también se aprende a dar abrazos, besos y caricias. Quienes desde edades tempranas se desarrollan en un ambiente donde estas conductas predominan, es probable que le sea mucho más fácil su imitación, comprensión y multiplicación. Esto mismo debe haberle sucedido a la protagonista del cuento “Siembra un beso”, escrito por Amy Krouse Rosenthal e ilustrado por Peter H. Reynolds.  

Este cuento corto de palabras pero cargado de amor describe como una pequeña decide sembrar un beso. Con la descripción de las acciones, a través de verbos precisos e ilustraciones sencillas a línea de lápiz, en el centro de sus hojas, el o la lectora puede observar la espera del fruto de la cosecha. Después de un “largo tiempo” de incertidumbre se observa un pequeño brillo en el centro de una de las páginas y… “de pronto… ¡brincar y saltar!”. La niña logra un milagro y decide compartirlo con todas y todos sin importar tamaños, distancias, ni condiciones climáticas. 

“Siembra un beso” demuestra como de un acto que a simple vista puede ser intrascendente logra florecer amor y alegría. Sentimientos que pueden ser extendidos siempre que la generosidad de compartirlos prime. Gracias a esta historia las niñas y los niños pueden aprender que de muy poco puede surgir mucho, siempre que se entreguen, sean pacientes y tengan la bondad de multiplicarlo.