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Foto de 120 Aniversario BNCJM- Ilustres en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí: Lilia Castro de Morales, la primera mujer directora de la Biblioteca Nacional

120 Aniversario BNCJM- Ilustres en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí: Lilia Castro de Morales, la primera mujer directora de la Biblioteca Nacional

1/3/2021
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí

Luego de la muerte del segundo director de la Biblioteca Nacional, Francisco de Paula Coronado, ocurrida el 30 de noviembre de 1946, el bibliotecario Carlos Villanueva Lamas se desempeña de manera interina como director de la institución. Por entonces había muerto José Antonio Ramos, el asesor técnico que revolucionó los catálogos de la Biblioteca; y Renée Méndez Capote, con siete años de trabajo en el centro, se traslada a otras labores.

Poco se sabe del acontecer de aquella Biblioteca ubicada en el Castillo de la Fuerza, salvo por algunas publicaciones en la prensa periódica de la época, pues la Revista de la Biblioteca Nacional dormía el sueño de más de tres décadas sin ver la imprenta. 

Desde mediados de 1947, según la sección “En Cuba” de la revista Bohemia, varios candidatos aspiraban al puesto máximo de la Biblioteca: el cronista Pablo Álvarez de Cañas, el ensayista Félix Lizaso, el poeta y arqueólogo Felipe Pichardo Moya, y el bibliotecario Fermín Peraza. (1) Sin embargo, el Decreto Presidencial No. 3094, del 28 de septiembre de 1948, designó a la doctora Lilia Castro de Morales directora de la Biblioteca Nacional. Se convertía en la primera mujer en la historia de la institución en ocupar dicho cargo.

Lilia Castro Amargós -su nombre de pila- comenzó en la Biblioteca Nacional en 1934. Cursó estudios en la Escuela de Servicio de Biblioteca, bajo los auspicios de la sociedad Lyceum Lawn Tennis Club, graduándose de su primer curso en 1940. (2) Asimismo recibió clases de catalogación, organización de bibliotecas, bibliografía y referencia, en la Escuela de Verano de la Universidad de La Habana.  

Entre los aspectos positivos de la gestión de Castro de Morales en la Biblioteca Nacional sobresale haber retomado la publicación de la Revista a partir de 1949, en su segunda época. Además, introdujo en sus páginas las estadísticas regulares sobre el movimiento de los fondos y la cantidad de lectores, datos de gran valor para la historia institucional. También publicó con regularidad la correspondencia cruzada con personalidades nacionales y extranjeras, expresión que en parte devela su actuación administrativa.

Contó para lo anterior con un equipo de profesionales que apoyaron sus funciones, entre ellos el siempre fiel Carlos Villanueva, así como el historiador Manuel Moreno Fraginals y el escritor Gerardo Castellanos, estos dos últimos se desempeñaron como subdirectores.

También le corresponde como directora la participación en el debate en torno al nombre que llevaría la Biblioteca Nacional una vez emplazada en su nueva sede. El 9 junio de 1949, por iniciativa de don Fernando Ortiz, la Junta de Patronos selecciona el nombre de José Martí a la institución.

La construcción del nuevo edificio en los terrenos aledaños a la Plaza Cívica, fue una de las empresas más importantes que ocupó a la administración de Castro de Morales. Como miembro de la Junta de Patronos, entidad responsable de la obra, la entonces directora, al decir de Araceli García Carranza “vive los desvelos por la construcción del inmueble que atesoraría para siempre el patrimonio cultural de la nación cubana, así como su traslado definitivo del Castillo de la Fuerza a tan digno lugar, […] y logra un notable movimiento editorial”. (3) 

En calidad de máxima representante de la principal institución bibliográfica cubana asiste como delegada al Primer Congreso Iberoamericano-Filipino de Archiveros, Bibliotecas y Propiedad Intelectual; participó en la Reunión de Expertos en Canje Internacional; presidió el Comité de Admisión del Premio Periodístico “Justo de Lara”, entre otras actividades y encuentros relacionados con la bibliotecología.

Perteneció a la Asociación de Escritores y Artistas Americanos, Asociación Cubana de Bibliotecarios, Instituto Cubano de Genealogía y Heráldica, Sociedad Colombista Panamericana, Sociedad Cervantina; y en 1951 resultó comisionada por la Junta de Patronos para realizar estudios sobre edificios de bibliotecas públicas en los Estados Unidos, experiencias que incorporó al proyecto de la Biblioteca Nacional cubana. 

A su trayectoria profesional sumó la Orden Nacional de Mérito Carlos Manuel de Céspedes, Diploma de Honor de la Sociedad Artes y Letras Cubanas, Premio Bachiller y Morales, del Ministerio de Educación, en 1950, 1951 y 1952; así como Diploma de Honor por más de 25 años de servicios.     

Entre las publicaciones más importantes de la autoría de la bibliotecaria-directora se encuentra su Diccionario del pensamiento de José Martí, publicado por la editorial Selecta, en 1953, justamente el año del centenario del Apóstol. Como homenaje al Héroe Nacional de Cuba publicó además, Relación de las obras de y sobre José Martí que posee la Biblioteca Nacional, repertorio que engrosa la lista de otros catálogos que constan en su haber, entre los que destacan La Imprenta en Matanzas (1953), y El libro en Cienfuegos: catálogo de las obras relacionadas con Cienfuegos…. (1954), publicados por la Biblioteca Nacional.

Continuadora del legado del primer director, don Domingo Figarola Caneda, en la celebración del centenario del patricio gestionó con el Ministerio de Educación la instalación de un taller de encuadernación y un gabinete fotográfico. Asimismo extendió el horario de los servicios hasta las once de la noche, “con el objeto de ofrecer las mayores facilidades a los lectores; lo mismo a los estudiantes matriculados en centros de enseñanza, que a los hombres que atienden por el día su trabajo y que de esta forma, pueden hallar satisfacción a sus inclinaciones autodidactas, en las horas no laborables para ellos”. (4)  

Su hermano, Arfelio Castro Amargós, integró la nómina de empleados en los años cincuenta, y se desempeñó como fotógrafo en la Biblioteca hasta su jubilación.

Lilia Castro de Morales nació en Placetas, en 1908. Emigró a los Estados Unidos, donde falleció en febrero de 2006.

Notas:

(1) “En Cuba”. Revista Bohemia, 24 de agosto de 1947, p. 45.

(2) Zoia Rivera. “Lyceum Lawn Tennis Club: inicio de la formación de los bibliotecarios en Cuba”. Biblioteca Anales de Investigación. 1 (2005): 80-95.

(3) García Carranza, Araceli. “Lilia Castro de Morales (1948-1959)”. BAI-Bibliotecas, diciembre 21 de 2016. Recuperado de http://bibliobai.blogspot.com

(4) Castro de Morales, Lilia. “Palabras pronunciadas en el homenaje a la memoria de Domingo Figarola Caneda”. En: Revista de la Biblioteca Nacional. Segunda serie, tomo lll, Núm. 2, abril-junio 1952,  p. 6.

Foto de La doctora Lilia Castro de Morales y miembros de la Junta de Patronos, 1957. Colección de fotografías BNJM. La doctora Lilia Castro de Morales y miembros de la Junta de Patronos, 1957. Colección de fotografías BNJM.
Foto de Empleados de la Biblioteca Nacional durante la mudanza de las colecciones al nuevo edificio, 1957. Colección de fotografías BNJM. Empleados de la Biblioteca Nacional durante la mudanza de las colecciones al nuevo edificio, 1957. Colección de fotografías BNJM.
Foto de La directora Lilia Castro de Morales en los actos de inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Nacional José Martí, febrero de 1958. Colección de fotografías BNJM. La directora Lilia Castro de Morales en los actos de inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Nacional José Martí, febrero de 1958. Colección de fotografías BNJM.