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Foto de 120 Aniversario BNCJM - Francisco Calcagno,  y un ejemplar muy especial de su Diccionario Biográfico.

120 Aniversario BNCJM - Francisco Calcagno, y un ejemplar muy especial de su Diccionario Biográfico.

19/10/2020
Por: Olga Vega García, Biblioteca Nacional José Martí

Un ejemplar muy raro y valioso del Diccionario Biográfico, debido a la pluma  del escritor cubano  Juan Francisco Calcagno Monzón, 1827-1903, 

se atesora en los fondos de la Sala Cubana Antonio Bachiller y Morales de la BNCJM y perteneció al destacado bibliógrafo cubano Carlos Manuel Trelles y Govín (1866-1951), autor de repertorios bibliográficos que abarcan el control de los impresos de carácter patrimonial relacionados con el país, sus naturales o lo publicado en la Isla desde el siglo XVII hasta el XX, bibliografías especializadas y otras obras de referencia que lo caracterizan como una de las figuras más destacadas en su campo.

Era costumbre entre los autores, que muchas veces eran a la vez bibliófilos, circular en sus tertulias los libros que publicaban para que de manera crítica los fueran enriqueciendo sus amigos con anotaciones; tal es el caso del volumen seleccionado, el cual acrecienta grandemente su valor informativo, convirtiéndolo en un ejemplar curioso, muy raro y “único” por su carácter de “casi manuscrito”. 

Ya el reverso de la portada del libro publicado originalmente en  New York y la Habana, en la Impr. y librería de N. Ponce de León y D.E.F. Casona en 1878-1886, está cubierto de anotaciones a lápiz prácticamente ilegibles y la página en la que Francisco Calcagno dedica a Don Antonio Bachiller y Morales este Diccionario ha sido totalmente llena de anotaciones en tinta sepia de la época, referentes a personalidades que no aparecen relacionadas en la impresión original.

2  Se desconoce la forma en que este libro ingresó al Fondo Antiguo de la Biblioteca Nacional de Cuba. Quizás Trelles lo devolvió a Calcagno para una posterior edición corregida que nunca llegó a publicarse o simplemente pasó a un tercer estudioso que lo guardó, o posiblemente continuó escribiéndolo de manera manuscrita, o lo traspasó hasta llegar a ocupar su espacio en los plúteos del Castillo de la Fuerza (lo que se ratifica por el cuño rojo que se plasma como marca de propiedad de la institución en algunas páginas). 

Lo cierto es que se entremezclan a lo largo del ejemplar comentarios a lápiz o tinta ferrogálica en cuanto espacio en blanco se consideró de utilidad. Un rasgo interesante es que indistintamente las notas se escribían en sentido vertical u horizontal y que no siempre parecen proceder de la misma mano. Tampoco se pudieron plasmar en la letra correspondiente por no haber ya espacio para hacerlo de forma tal que una referencia a un tal Juan de Cárdenas aparece en la página de la dedicatoria y no en la C, datos demográficos se inscriben en el reverso de ella y así sucesivamente.

En ocasiones se completa la información con la nacionalidad del biografiado, se añaden fechas de nacimiento o muerte y hasta se corrigen los errores, por ejemplo al inicio (p.7) de la letra A, el autor Abadía, José lleva escrita una L antes del apellido y acto seguido se rectifica que es Labadía, José, francés, 1826.

Una de las anécdotas relacionadas con ese volumen se relaciona con la figura del fallecido catedrático Dr. Amauri Carbón Sierra (m. 1974), que como es conocido investigaba lo referente a la universidad de La Habana y sus profesores, la enseñanza del latín y otros temas afines. Al solicitar información sobre una personalidad se le entregó uno de los ejemplares impresos de un Calcagno en su forma original, pero ahí no aparecía, por tanto se decidió darle a consultar el guardado como “raro y valioso”, donde por suerte halló no solamente los datos que investigaba sino otros textos inéditos sobre figuras de la cultura cubana de las cuales en ocasiones conservaba referencias muy imprecisas. 

Amauri fue feliz ese día y las bibliotecarias también, porque a lo largo de décadas laborando con los lectores que asisten a la Sala Cubana se logra un intercambio que fortalece el “sentido de pertenencia” de un verdadero profesional bibliotecario y el mutuo afecto que se establece entre unos y otros, trayendo como resultado que el fruto de ese trabajo conjunto se plasme en importantes obras a publicar tanto en Cuba como en otros países.

Es vital como en este caso divulgar la riqueza de un documento muy curioso, que encierra hojas de papel muy degradadas por los años, por el uso, con márgenes muy cortados, pero que encierra textos de particular relevancia para investigadores de todo el mundo.


Foto de Francisco Calcagno, y un ejemplar muy especial de su Diccionario Biográfico. Francisco Calcagno, y un ejemplar muy especial de su Diccionario Biográfico.
Foto de Francisco Calcagno, y un ejemplar muy especial de su Diccionario Biográfico. Francisco Calcagno, y un ejemplar muy especial de su Diccionario Biográfico.
Foto de Francisco Calcagno, y un ejemplar muy especial de su Diccionario Biográfico. Francisco Calcagno, y un ejemplar muy especial de su Diccionario Biográfico.