Sucesos y figuras de la Guerra Necesaria: Rosa Castellanos, La bayamesa

25/9/2020
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí

“Esta valerosa y abnegada morena tiene bien ganado un puesto entre los libertadores de Cuba. Sus servicios en hospitales de sangre curando heridos y consolando moribundos son incontables […]”. Así describió la revista El Fígaro a Rosa María Castellanos, en su edición del 22 de octubre de 1899.

Rosa había nacido en 1834 en un barracón del poblado de Dátil, perteneciente a Bayamo, de ahí el sobrenombre de “La bayamesa”. Una vez alcanzada la libertad como esclava se incorporó junto a su esposo, José Florentino Varona, a la Guerra de independencia de 1868, en la que brindó sus conocimientos sobre plantas medicinales para asistir a los enfermos y heridos, confeccionó ropa y sirvió de mensajera. 

Una mujer muy útil resultó siempre Rosa Castellanos. En 1871 se trasladó a Camagüey y fundó varios hospitales de sangre en las lomas de Najasa. El Mayor general Máximo Gómez la nombró capitana y le dio la misión de crear un hospital al cual nombró “Santa Rosa”.

Cuando comenzó la contienda de 1895 “La bayamesa” tenía 60 años, y no vaciló en ofrecer su sabiduría y secretos heredados de sus ancestros. Nuevamente Gómez confió en ella y le encomendó el hospital “Santa Rosa”. Cuentan que cuando no había heridos se incorporaba a las acciones bélicas.

Rosa sobrevivió la guerra y continuó brindando sus servicios de comadrona en los primeros años de la república. Falleció en Camagüey, el 25 de septiembre de 1907. Su cadáver fue velado en el Ayuntamiento de la ciudad. Una escultura ecuestre de bronce que rinde tributo a “La Bayamesa, de la autoría de Alberto Lescay, se erigió en el año 2002 a la salida de Bayamo, su ciudad natal. 

Foto: Rosa Castellanos. 

Foto  publicada por El Fígaro, 22 de octubre de 1899