La gracia y el talento del periodista Víctor Muñoz. En el 98 aniversario de su muerte

25/7/2020
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí

Cuando se habla de grandes periodistas cubanos no puede obviarse el nombre de Víctor Muñoz. Su carisma y talento lo hicieron merecer los calificativos “sembrador de ideas” a decir del maestro y filósofo Enrique José Varona.

Habanero, vio la luz el primer día de enero de 1873 en una casa de la calle Galiano. Antes de incursionar en el periodismo, en la década de 1890, Víctor Muñoz Riera fue lector de tabaquería en Key West y Tampa y desde allí colaboró con la causa independentista que se gestaba, que devino en la Guerra Necesaria de 1895.

De regreso a La Habana y terminada la guerra comenzó su vida como periodista, primero en La Discusión y más tarde, en 1901, integró el staff de El Mundo. En este diario estableció un récord jamás igualado hasta esa fecha: “tener bajo su directa y absoluta responsabilidad cinco disímiles secciones en el mismo rotativo” . También fue repórter de La República Cubana, diario fundado por Juan Gualberto Gómez, y colaborador de la revista Carteles desde su fundación. 

Su ingenioso sentido del humor lo convirtió en uno de los profesionales de la prensa de su época más destacado y querido. La especialidad de Muñoz eran los temas de deporte, aunque brilló por sus reportajes y como traductor. Legó importantes obras, entre otras, “Base ball: fundamentos, técnica, estrategia”; la novela adaptada del inglés “Mac, el pitcher”, “La última expedición de Emilio Núñez”, y la serie “Junto al Capitolio (croquis de la vida americana)” que contó con varias ediciones y fue prologada por Manuel Sanguily y Enrique José Varona. Todas se encuentran en los fondos bibliográficos de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.  

Attaché era uno de los seudónimos que empleaba Víctor Muñoz en la prensa, entre otros tantos como Vitoque, Castelfullit, Engrudo, M. Margarita, Parche Poroso, Nix y Ramo de Violetas.  Perteneció a la Asociación de Repórters de La Habana, estuvo entre sus miembros fundadores en abril de 1902 y se desempeñó como secretario de la organización durante el bienio 1903-1904.

Fundadores de la Asociación de Repórters de La Habana (Víctor Muñoz, de pie, primero a la derecha). Foto del Álbum del Cincuentenario de la ARH

La celebración en nuestro país del Día de las madres, el segundo domingo de mayo, mucho le debe al impulso dado por Víctor Muñoz desde las páginas de El Mundo. En su bóveda del Cementerio de Colón, la escultura de una madre simboliza el esfuerzo y la pasión del periodista por la conmemoración, gestión que realizó en sus tiempos de Concejal del municipio de La Habana.

En reconocimiento al empeño de Muñoz hacia la exaltación de la maternidad, el Ayuntamiento de La Habana, en septiembre de 1945 instauró el premio periodístico “Víctor Muñoz” al mejor artículo o crónica, mejor reportaje y mejor información gráfica publicadas en la prensa con la temática del Día de las madres.  

Por su estilo elocuente e ingenio criollo mereció la admiración de varios de sus contemporáneos, entre ellos Manuel Sanguily, cuando expresó: “el estilo de Víctor Muñoz cuando escribe, revela la misma facilidad y gracia picaresca que cuando habla, y en todo caso es claro, fácil, sobre todo preciso, que es lo que más maravilla”.

Víctor Muñoz falleció en la ciudad de Nueva York, mientras disfrutaba unas vacaciones, el 25 de julio de 1922. Tenía 49 años.