Correo desde la Isla de la Dignidad.El 43 cumpleaños del Centro de Estudios Martianos (CEM)

18/7/2020
Por: Eloisa M. Carreras Varona , Biblioteca Nacional José Martí

Este 19 de julio, el Centro de Estudios Martianos ―la prestigiosa institución cubana― cumple 43 años de su fundación. Recordemos que se trata de una entidad de carácter científico y cultural que asumió como misión fundamental “el estudio y la salvaguarda del legado martiano”. Es por ello que desde sus inicios “auspició la investigación y el estudio de la vida, la obra y el pensamiento del Apóstol cubano, la recopilación y la preservación de sus manuscritos, ediciones originales, fotografías y otros documentos y objetos personales; así como la promoción de su obra y biografía”. 

Solo unos meses antes de la creación del CEM, el Dr. Armando Hart había sido nombrado Ministro de Cultura y, desde luego que, fue el patriota cubano que le cupo el inmenso honor de promover la creación del insigne Centro; por eso junto a Fidel como Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros y Osmany Cienfuegos Gorriarán, entonces Secretario del Consejo de Ministros y de su Comité Ejecutivo, firmó el Decreto número 1 de 1977. Se trata del histórico documento por medio del cual el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros dispuso la creación del CEM, en el 82 aniversario de la caída en combate del Héroe de Dos Ríos. 

Desde entonces Armando se sintió miembro del valioso colectivo del CEM, se ocupó con desvelo de cada detalle y laboró por su crecimiento permanente. El CEM fue la primera institución creada por el Ministerio de Cultura y fue así, porque la política cultural de la Revolución se ha planteado como cuestión esencial, investigar, proteger y promover la identidad nacional cubana y ello tiene en la vida y en las enseñanzas del Apóstol, su fuente principal, su inspiración básica y un punto de referencia indispensable.  

Un día como hoy, no se puede olvidar que fue Fidel al frente de la Generación del Centenario del natalicio de Martí, quien lo proclamó como el autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada y reivindicó definitivamente la vigencia de su pensamiento. En ese largo proceso tenemos que recordar también, la fructífera labor de la Fragua Martiana y más tarde ―después del triunfo revolucionario― la creación de la Sala José Martí de nuestra Biblioteca Nacional con la presencia vivificante y activa de Fina García Marruz y Cintio Vitier, hasta llegar a la fundación en julio de 1977 del propio CEM, que hoy saludamos con amor.

Claro que su creación fue posible gracias al concurso de valiosos y entrañables compañeros, entre los cuales se destaca Celia Sánchez, martiana raigal, quien recibió a nombre de Fidel los documentos originales de Martí que habían sido atesorados por Gonzalo de Quesada y Miranda. Y, asimismo, por indicaciones del propio Comandante en Jefe, ella también se encargó de la entrega de la casa en la que vivió el hijo de Martí para convertirla en la sede del CEM.

Es obvio que, en una obra monumental, como es el caso, han participado muchas personas que durante más de un siglo cuidaron con gran esmero la papelería de nuestro Apóstol, rastreando artículos, rescatando trabajos desconocidos, localizando cartas inéditas, etc. Desde Carmen Miyares, que custodió y preservó los papeles de Martí en Nueva York, pasando por la obra inestimable de Gonzalo de Quesada y Aróstegui, continuada por su hijo; las contribuciones para que su obra fuera conocida y estudiada de las destacadas figuras de nuestra intelectualidad en las décadas del 20, del 30 y del 40 del pasado siglo, como Medardo Vitier, Julio Antonio Mella, Raúl Roa, Juan Marinello, Emilio Roig de Leuchsenring, Jorge Mañach, a las que se sumaron Cintio, Fina, Roberto Fernández Retamar, Ezequiel Martínez Estrada, entre muchos otros. 

En una fecha memorable como esta, es bueno resaltar que uno de los pilares y tareas fundamentales de las investigaciones que el CEM lleva a cabo, es la realización de la Edición Crítica de las Obras Completas de Martí, la cual constituye no solo un acontecimiento editorial, sino una importante contribución al conocimiento más exhaustivo de la rica y extensa obra martiana. Se trata de una tarea que requiere gran rigor y perseverancia para lograr realizarla. Este maravilloso proyecto está dirigido desde el año 1993 por el Dr. Pedro Pablo Rodríguez, quien trabaja con un equipo de investigadores que con inteligencia, dedicación y gran esfuerzo han sabido materializar con excelencia su noble labor.

Hoy la figura del Apóstol se agiganta y su pensamiento adquiere una dimensión cada vez más universal, por eso la labor del CEM crece y crecerá, porque cada vez es más necesario el legado martiano para las presentes y venideras generaciones, para que en nuestro devenir triunfen definitivamente “el mejoramiento humano”, “la utilidad de la virtud” y “el equilibrio del mundo”.   

Por eso en este día de jubileo, querida Dra. Marlene Vázquez Pérez, actual directora del CEM, deseo agradecerle humildemente por sus honrosas labores cotidianas y, asimismo, permítame felicitarla a Usted y a todos los abnegados trabajadores y colaboradores del CEM en Cuba y el mundo y, de igual modo, al Dr. Eduardo Torres Cuevas, actual director de la OPM de la que forma parte el CEM, por sus decisivos aportes y resultados en la preservación y promoción del legado histórico del Apóstol de Cuba y América. 

Imagen: Obra del artista Kamyl Bullaudy